Los jeans llevan más de 150 años siendo una parte esencial de la vestimenta de las personas en todo el mundo y, a pesar del tiempo transcurrido, es cierto que estos han tenido un par de modificaciones, pero nunca han pasado realmente de moda, pues en todo momento han sabido ajustarse a las tendencias de las diversas épocas.

De este tipo de prendas tan épicas, muchas características se pueden destacar, pero el día de hoy nos enfocaremos en hablar un poco sobre los pequeños remaches de cobre que comúnmente se encuentran en las bolsas delanteras y traseras de los jeans.

Aunque pareciera que estos elementos están añadidos a los jeans como un decorativo, la realidad es que tienen una historia y función realmente interesantes, las cuales es muy probable que nunca te hubieras imaginado. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre esto en este artículo, ¡sigue leyendo!

Para qué sirven esos pequeños remaches de cobre que se suelen encontrar en los pantalones

Los pequeños remaches de cobre que se suelen encontrar en las bolsas traseras y delanteras de los pantalones se comenzaron a añadir a estas prendas aproximadamente en el año 1873 con la única finalidad de reforzar las costuras de los jeans en áreas donde se rasgaban con gran facilidad por el uso que se les daba.

Estos «puntos de tensión» se encuentran principalmente en las esquinas de los bolsillos, razón por la que dichos elementos se posicionaban en estos sitios, proporcionando mayor resistencia y durabilidad en estas prendas que, sobre todo en esa época, estaban destinados a emplearse durante arduas jornadas laborales y un trabajo duro, como en la minería.

Así que, este es un aditamento muy eficaz que se emplea desde hace años para prolongar la vida útil de los pantalones al reforzar las costuras.

Historia detrás de los curiosos remaches de cobre en los pantalones

Estos remaches de cobre en los pantalones fueron una invención del inmigrante letón Jacob Davis, el cual era un sastre en Reno, Nevada. Según cuenta la historia, estos elementos los añadía comúnmente como remaches en mantas para caballos, proporcionando gran resistencia y durabilidad, posteriormente, descubrió que podía aplicar esto mismo para los pantalones que eran empleados para trabajos rudos, los cuales se solían desgarrar después de cierto uso.

Cuando observó el éxito que podían tener estos pantalones reforzados, se acercó a la empresa Levi Strauss, pues Davis no contaba con el presupuesto para patentar su invención. Y así fue como en 1873 Jacob Davis junto con Levi Strauss recibieron una patente por la «mejora en la sujeción de las aberturas de los bolsillos», según nos cuenta la propia empresa en su portal oficial.

Siendo así Levi Strauss & Co la primera empresa en diseñar este tipo de pantalones, lanzándolos como una tendencia de ropa de trabajo y, hasta el día de hoy, se siguen empleando con el mismo objetivo, para fortalecer los puntos de tensión de la prendas, aunque ahora estos son empleados por el público en general y no solo por un sector de trabajadores.

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